jueves, 24 de diciembre de 2009

DOS NAVIDADES SIN TI

Hace trece meses la vida se llevó a mi compañera de quince años...

Elsita:

Ya son dos Navidades sin ti y no puedo evitar sentirme triste... porque no podré volver a verte, ni disfrutar de tu alegría y tus ocurrencias... no podré prodigarte cuidados, como tu generosamente lo hacías conmigo; tampoco podré acariciar tu hermoso pelo castaño claro, ni besar tu frente o tus mejillas; tampoco podré observar tu bello rostro y tu mirada jovial, esperanzada, implorante, inquisitiva, amorosa, cansada... tampoco podré llevarte a los centros comerciales, como hacíamos todas las navidades, visitando Zara, Fábricas de Francia, Plaza del Sol, Galerías Guadalajara, Perisur, Galerías Insurgentes, Palacio o Liverpool... comprando bolsas y zapatos, que eran tus debilidades... adquiriendo los más sofisticados artículos de belleza... comprando regalos para tus seres queridos, tus padres, tus hermanos, tus sobrinos y los amigos tan cercanos en Guadalajara.

He encontrado al cabo de los meses una nueva relación que me satisface, que le da un nuevo sentido a mi vida... que alegra lo gris que es mi vida... por más que parezca tan intensa, exitante y glamorosa, tu lo viviste y lo padeciste a mi lado en la Ciudad de México, siempre en cocteles, en inauguraciones interminables y presentaciones de libros, que disfrutaba mucho, pero que al final me dejaban vacío, la única verdad eras tu, el verdadero sentido de la vida era la relación contigo.

Hoy en misa de 24 de diciembre de 21.00 horas elevaré una oración en silencio por ti para que sepas que nunca te olvido, que no te puedo olvidar, ni te olvidaré, en las penas, ni en las mayores alegrías. A trece meses de ausencia sigues ocupando un lugar en mi corazón y lo ocuparás siempre, mientras viva.

Juan Bernardo